jueves, 10 de abril de 2014

Proceso Productivo del Hierro (Alto Horno)

La producción del hierro

La reducción de los óxidos de hierro se realiza en los altos hornos. Un alto horno es virtualmente una planta química que reduce continuamente el hierro del mineral.  Como combustible se utiliza el coque metalúrgico, que permite alcanzar una temperatura superior a la del punto de fusión del hierro. El producto así es obtenido hierro en estado líquido y con un alto contenido de carbono e impurezas, se llama arrabio o fundición de primera fusión y se utiliza para elaborar aceros o para obtener piezas moldeadas después de otra fusión


Para producir hierro, se alimenta por la parte superior de un alto horno una carga con capas alternadas de coque, piedra caliza y mineral de menas de hierro. Químicamente desprende el oxígeno del óxido de hierro existente en el mineral para liberar el hierro. Está formado por un recipiente cilíndrico de acero forrado con un material no metálico y resistente al calor, como ladrillos refractarios y placas refrigerantes. El diámetro del recipiente cilíndrico de 9 a 15 m (30 a 50 pies) disminuye hacia arriba y hacia abajo, y es máximo en un punto situado aproximadamente a una cuarta parte de su altura total de 40 m (125 pies).  La parte inferior del horno está dotada de varias aberturas tubulares llamadas toberas, por donde se fuerza el paso del aire. Cerca del fondo se encuentra un orificio por el que fluye el arrabio cuando se sangra (o vacía) el alto horno. Encima de ese orificio, pero debajo de las toberas, hay otro agujero para retirar la escoria. La parte superior del horno, contiene respiraderos para los gases de escape, y un par de tolvas redondas, cerradas por válvulas en forma de campana, por las que se introduce la carga en el horno. Los materiales se llevan hasta las tolvas en pequeñas vagonetas o cucharas que se suben por un elevador inclinado situado en el exterior del horno. Desde la parte baja de la cámara se inyecta por toberas una corriente de gases y aire precalentados a 900 °C a gran velocidad para realizar la combustión y la reducción del hierro efectuándose la combustión completa del coque que adquiere temperaturas máximas entre 1700 a 1800 °C.



Los gases calientes (CO, H2, CO2, H2O, N2, O2 y los combustibles) realizan la combustión del coque conforme pasan hacia arriba, a través de la carga de materiales. El monóxido de carbono se suministra como un gas caliente, pero también se forma adicionalmente por la combustión del coque. El gas CO tiene un efecto reductor sobre las menas de hierro; la reacción simplificada se describe a continuación (usando la hematita como la mena original): Fe2O3 + CO2FeO + CO2

El bióxido de carbono CO2 reacciona con el coque para formar más monóxido de carbono:     CO2 + C2CO
El cual realiza la reducción final de FeO a hierro: FeO + CO + CO2


El hierro fundido escurre hacia abajo, acumulándose en la base del alto horno. 
El hierro fundido de primera fusión, o arrabio se vacía periódicamente en carros cuchara o carros torpedo con los cuales se llenan lingoteras o bien se conducen a mezcladoras calientes donde se almacenan y se mezclan con otras fundiciones para curarse posteriormente en algún proceso de obtención del acero (refinación de arrabio). Los lingotes se someten a una operación de enfriamiento para convertirse mediante procesos metalúrgicos posteriores, en: hierro fundido de segunda fusión, hierro dulce, hierro maleable o bien acero. 

Los altos hornos funcionan de forma continua. La materia prima que se va a introducir en el horno se divide en un determinado número de pequeñas cargas que se introducen a intervalos de entre 10 y 15 minutos. La escoria que flota sobre el metal fundido se retira una vez cada dos horas, y el arrabio se sangra cinco veces al día.  El papel que juega la piedra caliza se resume en la siguiente ecuación.
Primero se reduce a cal (CaO) por calentamiento (∆): CaCO3 + ∆ CaO + CO2.

La piedra caliza se combina con la sílice (SiO2) presente en el mineral (la sílice no se funde a la temperatura del horno) para formar silicato de calcio (CaSiO4), de menor punto de fusión. Si no se agregara la caliza, entonces se formaría silicato de hierro (Fe2SiO4), con lo que se perdería el hierro metálico, allí esta la importancia de la piedra caliza.  La cal se combina con impurezas tales como sílice (SiO2), azufre (S) y aluminio (Al2O3) para formar silicatos de calcio y de aluminio, en reacciones que producen una escoria fundida que flota encima del hierro. 
El arrabio o hierro de primera fusión no se puede utilizar directamente en la industria por ser muy quebradizo debido a sus impurezas y poca resistencia contiene excesivo carbón, de 2.2% a 4.5%, además de cantidades de silicio, magnesio, fósforo cuyos contenidos son muy variables.
Los gases originados por las reacciones acaecidas en el alto horno se aprovechan para impulsar las maquinas soplantes o bien para calentar el aire de alimentación, para lo cual hay en el tragente la correspondiente toma de gases. Los gases, conducidos por tuberías de gran diámetro y con cambios bruscos de dirección a fin que se deposite el polvo arrastrado, son llevados a los recuperadores.


Altos hornos de México (AHMSA) tiene dos hornos uno de 400 y otro de 1000 toneladas. Es interesante hacer notar que se requieren aproximadamente siete toneladas de materia prima para producir una tonelada de hierro. 
En la década de los sesenta del siglo pasado se introdujo un importante avance en la tecnología de altos hornos: la presurización de los hornos. Estrangulando el flujo de gas de los respiraderos del horno es posible aumentar la presión del interior del horno hasta 1,7 atmósferas o más. La técnica de presurización permite una mejor combustión del coque y una mayor producción de hierro. En muchos altos hornos puede lograrse un aumento de la producción de un 25%. En instalaciones experimentales también se ha demostrado que la producción se incrementa enriqueciendo el aire con oxígeno. 




Fernando Aranaga C.I: 25.893.524 



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